Astigmatismo
Cuando el ojo enfoca distinto en diferentes ejes de la visión.

Qué es el astigmatismo?
El astigmatismo es el defecto refractivo más difícil de entender. Es uno de los problemas visuales más frecuentes, pero también de los más sencillos de tratar si se detecta a tiempo. Ya sea mediante gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva, existen múltiples soluciones eficaces que permiten restaurar una visión nítida y cómoda.
En el ojo astígmata el enfoque no es igual en todos los ejes o meridianos. Por ejemplo, si tenemos astigmatismo y miramos un reloj, podemos ver más nítidas dos horas opuestas (por ejemplo, las 3 y las 9) y más borrosas las que están en ángulo recto (las 12 y las 6)
Esto provoca una dificultad visual que se manifiesta tanto como visión borrosa, de lejos como de cerca, como por fatiga visual. Es muy común y puede coexistir con la miopía o la hipermetropía (en estos problemas el foco queda delante o detrás de la retina).
Si recurrimos al deporte de pelota, el concepto es relativamente fácil de entender si comparamos la córnea no astigmática con un balón de fútbol, y la córnea astigmática con un balón de rugby.
El astigmatismo se mide también en dioptrías, generalmente en signo negativo junto a los grados de orientación entre 0 y 180º.
En el astigmatismo más común, el eje vertical es un poco más curvo que el eje horizontal. Se llama astigmatismo con la regla. También puede ser contra la regla (es más potente el eje horizontal) u oblicuo.
En nuestro lenguaje aparece una palabra rara que te puede sorprender: la toricidad. Es el fenómeno de la diferente graduación en dos diferentes ejes. La córnea astigmática es tórica. Las lentes que lo corrigen también son tóricas (pero en el eje inverso, claro). Toro y cilindro se suelen usar indistintamente para referirse a estos diseños.
¿Cuáles son las causas del astigmatismo?
El astigmatismo puede tener diversas causas, algunas congénitas y otras adquiridas:
- Herencia genética: es frecuente en personas con antecedentes familiares.
- Astigmatismo fisiológico: presente desde el nacimiento y a menudo leve.
- Cambio astigmático con la edad: con el envejecimiento los ejes astigmáticos tienden a invertirse.
- Alteraciones en la forma de la córnea: como el queratocono.
- Postcirugía ocular: tras intervenciones como cataratas o cirugía de la misma córnea.
- Cicatrices corneales: por traumatismos, infecciones o inflamaciones.
- Uso prolongado de lentes de contacto mal adaptadas: pueden inducir irregularidades corneales.
Existen dos tipos principales:
- Astigmatismo regular: la curvatura varía de forma predecible en dos meridianos perpendiculares a 90 grados entre ellos.
- Astigmatismo irregular: la curvatura cambia de forma impredecible, como en queratoconos o cicatrices. Mucho más difícil de corregir.
¿Qué síntomas puede causar el astigmatismo?
Los síntomas varían según el grado y tipo de astigmatismo, pero suelen incluir:
- Visión borrosa a todas las distancias.
- Dificultad para enfocar líneas rectas o detalles finos.
- Dolor ocular o sensación de presión.
- Fatiga visual, especialmente al leer o trabajar en pantalla.
- Dolores de cabeza frecuentes.
- Mareos o dificultad para fijar la vista durante la conducción.
¿Con qué condiciones se puede asociar el astigmatismo?
Aunque el astigmatismo en sí no es una enfermedad, puede estar vinculado a:
- Queratocono: trastorno progresivo que adelgaza y deforma la córnea, provocando astigmatismo irregular.
- Otras degeneraciones corneales: como la degeneración marginal pelúcida.
- Síndrome del ojo seco: puede alterar la calidad óptica corneal, acentuando el astigmatismo, generalmente irregular. La película lagrimal es la primera lente que encuentra la luz al entrar en nuestro ojo.
- Blefaritis crónica o alergias: inducen frotamiento ocular crónico, lo que podría modificar la curvatura corneal. En casos severos se desarrolla queratocono.
¿Cómo se diagnostica el astigmatismo?
Se detecta mediante un examen visual completo que puede incluir:
- Refracción objetiva y subjetiva (medición de la graduación).
- Queratometría: mide las curvaturas corneales.
- Topografía corneal: ofrece un mapa detallado de la superficie de la cara anterior de la córnea, e incluso de la cara interior
- Aberrometría: analiza la calidad óptica y sus posibles irregularidades.
Es esencial realizar una evaluación precisa, especialmente si el paciente es candidato a operarse mediante cirugía refractiva o presenta visión fluctuante.
El astigmatismo es un fenómeno complejo. Es mejor que quien te lo estudie y te lo corrija, tenga buena formación y experiencia.
¿Cómo se trata el astigmatismo?
El tratamiento depende de la magnitud del astigmatismo, la edad del paciente y su estilo de vida:
1. Corrección óptica
- Gafas con lentes cilíndricas: corrigen el eje específico del astigmatismo.
- Lentes de contacto tóricas: adaptadas a la curvatura del ojo. Lógicamente, no se podrán rotar si queremos que corrijan el problema de manera estable.
- Lentes rígidas permeables al gas: útiles para astigmatismos irregulares o queratoconos.
2. Tratamiento quirúrgico
- Cirugía refractiva con láser (LASIK, PRK): remodela la córnea para corregir el astigmatismo regular. Útil para astigmatismos bajos o medianos.
- Implante de lentes intraoculares tóricas: recomendadas en cirugía de cataratas o en astigmatismos altos no aptos para láser.
- Anillos intracorneales: indicados en casos de queratocono con astigmatismo irregular.
- Incisiones en la córnea llamadas queratotomías arcuatas. Poco usadas pero útiles en algunos casos.
¿Qué problemas pueden aparecer si no se trata?
- Visión borrosa persistente y falta de nitidez.
- Cefaleas crónicas y fatiga visual.
- Dificultades escolares o laborales en niños y adultos jóvenes.
- Ambliopía (ojo vago) si no se corrige en la infancia. Aquí tenemos una responsabilidad en su detección precoz.
- Errores en la percepción del entorno, afectando a tareas como conducir o usar maquinaria.
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