¿Cómo graduamos la vista?

Averiguando qué lentes corrigen el desenfoque

En la graduación de la vista o refracción, el optometrista determina el estado refractivo del paciente y establece la corrección óptica más adecuada para cada persona. La información obtenida servirá también de ayuda al oftalmólogo para un adecuado diagnóstico y seguimiento del caso.

¿Qué exploramos y con qué instrumentos?

Mediante éste examen pretendemos detectar y corregir las ametropías (miopía, hipermetropía y astigmatismo) y la presbicia (vista cansada).
Se trata de un examen sencillo, de unos 15 minutos de duración, que se realiza mediante técnicas de exploración no invasivas. Pueden utilizarse diferentes instrumentos: optotipos de visión lejana y próxima, retinoscopio, autorrefractómetro, topógrafo corneal, montura de pruebas, foróptero y frontofocómetro.
Éste examen se realiza habitualmente en VERTE·2, dónde se localizan los servicios de Optometría Clínica.

¿Qué pasos seguimos?

En primer lugar medimos cuál es la visión del paciente en visión lejana, o lo que es lo mismo, determinamos su Agudeza Visual. Para ello utilizamos los optotipos de visión lejana, unos tests que constan de líneas de letras, números o símbolos cada vez más pequeños y por lo tanto, más difíciles de discriminar. La elección del tipo de test más adecuado según la naturaleza del paciente es fundamental.
En caso de insuficiente agudeza visual, se repite la prueba con Agujero Estenopeico. Al mirar a través de ésta malla de agujeros disminuye la dispersión de la imagen. Por éste motivo, en caso de ametropía, mejorará la agudeza visual y por lo tanto, el paciente, será capaz de resolver satisfactoriamente líneas de letras más pequeñas. En situación de opacidad de medios (por ejemplo catarata incipiente) ocurrirá un fenómeno similar.
A continuación se realizan los exámenes objetivos de la refracción mediante técnicas que no precisan la respuesta del paciente como guía. De ésta manera conseguimos un valor de partida que nos sirve de orientación.  En función del caso estudiado utilizaremos la técnica más apropiada para obtenerlo.

  • El Autorrefractómetro es una técnica rápida y simple. El paciente, sentado y con el mentón correctamente apoyado, observa una fotografía que se enfoca y desenfoca. Midiendo los cambios que experimenta la luz al entrar en el ojo, el Autorrefractómetro determina cuando la imagen se proyecta en la retina. Finalmente, a partir de los datos obtenidos, calcula el valor del estado refractivo de cada ojo.
  • La Retinoscopia es una técnica empleada para medir el poder refractivo del ojo interpretando la luz reflejada en su retina al iluminarlo con un retinoscopio. El paciente es examinado con una montura de prueba en una habitación con poca luz y mirando a una distancia lejana, proyectando el foco sobre la pupila y ejerciendo un movimiento en varios ejes.
  • La Topografía Corneal  permite el estudio de la superficie de la córnea. El paciente, correctamente posicionado, dirige su mirada a un punto de fijación y el optometrista pone en marcha el proceso, que es automático. Ésta prueba resulta muy útil para detectar alteraciones e irregularidades corneales y determinar con exactitud el valor del eje y magnitud del astigmatismo corneal.


En cualquier caso y a pesar de la precisión de las exploraciones objetivas, la prescripción de la corrección óptica debe comprobarse siempre con las pruebas subjetivas y el resto de exámenes que forman parte de un examen visual.

El examen subjetivo es un procedimiento optométrico para determinar el valor refractivo del paciente en visión lejana, teniendo en cuenta las apreciaciones realizadas por él mismo. Para ello se utilizan lentes esféricas ( para la miopía o la hipermetropía) o cilíndricas (para el astigmatismo) que corrijan su defecto refractivo y le permitan llegar a conseguir la mejor agudeza visual. Este proceso se realiza colocando las lentes sobre una Montura de Prueba o con un sofisticado aparato llamado Foróptero.

  • La acomodación es la capacidad del ojo para enfocar objetos próximos. La parálisis de la acomodación por medio de fármacos (cicloplejía) permite una exploración más exacta y precisa de la refracción. Su empleo está indicado en:
     
  • Niños, ya que tienen una gran capacidad de enfocar y, por lo tanto, de falsear el resultado final del examen subjetivo.
  • Casos en que se detectan incongruencias entre los valores del examen objetivo y el subjetivo.
  • Cuando se observan grandes fluctuaciones de la acomodación.
  • En pacientes con mala colaboración.

La presbicia (vista cansada) es un defecto ocular que aparece generalmente a partir de los 40 años y ocasiona dificultad para ver de cerca. En pacientes présbitas se debe establecer también la adición (corrección en visión próxima) necesaria en función de su edad y ocupaciones.

Y, finalmente, planteamos la solución al desenfoque por ametropía
Informamos al paciente de las distintas posibilidades existentes para su caso y cuál es la solución óptica más recomendable (gafas monofocales, bifocales, progresivas, lentes de contacto…). También es un buen momento para explicar al paciente las técnicas de Cirugía Refractiva en que VERTE tiene mucha experiencia.
 

Creado: 11/02/2020 / Actualizado: 09/12/2024

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