¿Tienes más fatiga visual de lo habitual? Podría ser astigmatismo

¿Sientes que tu visión se vuelve borrosa, tanto de lejos como de cerca, y que tus ojos se cansan fácilmente al final del día? Estos son síntomas propios del astigmatismo, un problema visual más común de lo que parece… y que muchas personas ni siquiera saben que tienen. Te contamos qué es y por qué es importante identificarlo a tiempo.

¿Qué es el astigmatismo?

Es un defecto refractivo que ocurre cuando la córnea (primera lente del ojo) no tiene la misma curvatura en todos sus ejes. Imagínate la diferencia entre una pelota de fútbol (redonda y uniforme), y una de rugby (más ovalada). El Dr. David Andreu nos lo explica en este Reel.

 ¿Cómo puedo saber si lo tengo?

Esta diferencia en la forma hace que los rayos de luz no se enfoquen homogéneamente en la retina, lo que provoca una serie de síntomas que pueden afectar nuestro día a día sin que nos demos cuenta:

Estos son sus síntomas principales:

• Visión borrosa a cualquier distancia.
• Dificultad para enfocar líneas rectas o detalles finos
• Dolor ocular o sensación de presión.
• Fatiga visual, especialmente al leer o trabajar en pantalla.
• Dolores de cabeza frecuentes.
• Mareos o dificultad para fijar la vista mientras conduces.

Si te identificas con alguno de estos signos, lo mejor es realizar un examen visual completo.

En VERTE utilizamos pruebas como la medición de la graduación (tanto objetiva como subjetiva), la queratometría (para medir las curvaturas corneales), la topografía corneal (que nos permite tener un mapa detallado de la superficie de la cara anterior de la córnea, e incluso de la cara interior), y la aberrometría (que nos permite analizar la calidad óptica y sus posibles irregularidades.

¿Por qué es importante identificarlo a tiempo?

Porque no tratar el astigmatismo puede afectar tu calidad de vida y provocar problemas más graves, como:

• Visión borrosa persistente y falta de nitidez.
• Cefaleas crónicas y fatiga visual.
• Dificultades en el rendimiento escolar o laboral.
• Ambliopía (ojo vago) si no se corrige en la infancia.
• Errores en la percepción del entorno que puede afectarnos al realizar tareas como conducir o usar maquinaria.

¿Cómo se trata?

La buena noticia es que existen múltiples soluciones, tanto correcciones ópticas como tratamientos quirúrgicos. La elección del tratamiento siempre dependerá de la magnitud del astigmatismo, de la edad del paciente y su estilo de vida:

1. Corrección con lentes

• Gafas con lentes cilíndricas: son unas gafas diseñadas para corregir el eje exacto donde se produce el astigmatismo. Es una de las opciones más comunes.
   
•  Lentes de contacto tóricas: son similares a las lentillas blandas habituales, pero adaptadas a la forma específica del ojo con astigmatismo. Están diseñadas para mantenerse estables y no girarse, ya que eso afectaría su eficacia.
   
• Lentes rígidas permeables al gas: son unas lentes más rígidas que proporcionan más oxígeno al ojo que las lentes blandas tradicionales. Se utilizan en casos más complejos, como el astigmatismo irregular o enfermedades como el queratocono.

2. Tratamientos quirúrgicos

• Cirugía refractiva con láser (LASIK, PRK): remodela la córnea para corregir el astigmatismo regular. Es una opción muy eficaz para astigmatismos leves o moderados.
   
• Lentes intraoculares tóricas: se implantan dentro del ojo, en cirugías de cataratas o como alternativa al láser cuando el láser no es recomendable (lentes ICL tóricas). Son muy útiles en los astigmatismos más altos.
   
• Anillos intracorneales: se colocan en la córnea en casos como el queratocono, ayudando a mejorar su forma y reducir el astigmatismo.
   
• Incisiones en la córnea (queratotomías arcuatas): se realizan pequeños cortes en la córnea para modificar su curvatura. Aunque se usan menos, siguen siendo útiles en algunos casos concretos.
   

¿Notas tu vista cansada, borrosa o tienes dolores de cabeza?

El astigmatismo puede parecer algo menor, pero si no se detecta a tiempo, puede influir mucho en tu día a día. No esperes a que los síntomas avancen: una revisión a tiempo puede marcar la diferencia.

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Porque ver bien es calidad de vida y en VERTE estamos aquí para ayudarte a cuidarla.

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