Durante la cirugía, se seccionan unas fibras nerviosas de la Córnea. Eso hace que se reduzca el reflejo del parpadeo y la lágrima de evapora más rápido, con lo que los síntomas del ojo seco se agravan durante los primeros meses, hasta que esta fibras se regeneren. Durante este tiempo puede ser necesario utilizar sustitutos artificiales de la lágrima, aunque pasado unos meses ya no hará falta y la situación será la misma que antes de la Cirugía. En la gran mayoría de los casos el ojo seco ni mejora ni empeora: si te pones gotas antes, te las seguirás poniendo después.
Es muy importante que el equipo que te estudia preoperatoriamente valore la importancia de tu ojo seco para que ponga las medidas necesarias con el objeto de que, durante el postoperatorio, no tengas especial problema de sequedad. En los casos de ojo seco más graves podemos llegar a contraindicar la Cirugía LASIK.