Más de 30 años acompañando a Juana

Hoy queremos compartir la historia de Juana, una paciente que, a sus 93 años, sigue viniendo cada año a su revisión, como lleva haciéndolo desde hace más de tres décadas.

Hace seis años le hicimos su primera entrevista y hoy, con la misma sonrisa, vuelve a contarnos su recorrido. (Puedes consultarla AQUÍ) 

¿Cuál es el valor especial de este testimonio?

Primero, escucharla, hablar de su operación de cataratas y glaucoma, y ver cómo se cuida a diario con determinación. Todo esto es un recordatorio de que mantener la salud ocular no es cosa de un día: es un compromiso de toda la vida, hecho de revisiones, pequeños gestos y un equipo que te acompañe siempre.

En segundo lugar, su caso nos trae a la memoria los primeros años 90, en los que los especialistas empezábamos a hacer operaciones combinadas de catarata y glaucoma. Este fue un avance que simplificó el manejo de estos dos problemas. Juana es un ejemplo de que aquel cambio técnico y tecnológico vino para quedarse y dar resultados excelentes a largo plazo.

Juana, nos volvemos a ver… Gracias por concedernos tu tiempo

¿Sabes qué pasa? Que yo a la Dra. Susana Duch le tengo un cariño especial. Son muchos años desde que me operó, ¿sabes? Me dijo que tenía 34 años, si mal no recuerdo...

¿De qué te operó la doctora?

De cataratas y glaucoma. Mi oftalmólogo era un compañero suyo. Él fue quien me dijo que fuera con la doctora, y en efecto me puse en contacto con ella. Y viendo que las gotas que me ponía no acababan de funcionar, porque perdía campo visual y estaba a 23 mmHg (se considera presión ocular normal entre 10 mmHg y 21 mmHg) dijo, pues antes de que suba más, vamos a operar. El primer ojo que me operó fue muy bien, muy bien. Y a los nueve meses, me operó el otro ojo. Ese día tuve que hacer un poquito de reposo y así. En fin, muy bien, muy contenta. No llevo ni gafas desde entonces.

¿Te puso una lente dentro del ojo y has podido dejar de llevar gafas?

Sí. Y me quitó las cataratas y me operó de glaucoma en la misma cirugía. Me dijo, mira, lo vamos a operar todo a la vez, porque si solucionamos una cosa y la otra no, no estarás bien. En efecto, me operó cada ojo de las dos cosas. Y me fue muy bien, la verdad, muy bien. Y ahora ya tengo 93 años, voy a cumplirlos ahora en septiembre y no llevo ni gafas.

¿Y te tienes que seguir revisando por el glaucoma? ¿O tienes que seguir algún tratamiento…?

No, no, no. Después de la operación no he necesitado gotas ni nada. Cada poco tiempo, por ejemplo, cada 6, 8 meses o un año, vengo a Barcelona porque mis hijos viven aquí, y aprovecho para hacerme la revisión. Porque yo vivo en Lleida. Estoy muy contenta.

De la última vez que hablamos a ahora, ¿dirías que tu visión sigue estable después de 6 años?

Yo tengo la sensación, por ejemplo, de que la aguja de coser me cuesta más enhebrarla, o leer también me cuesta un poquito más. Pero, vamos, debe de ser muy poquita cosa porque la verdad es que leo las letras pequeñitas perfectamente. En la última visita, el especialista me confirmó que todo estaba bien e igual que la última vez. ¡No me debo olvidar de que tengo 93 años! Soy una persona que con los ojos soy muy meticulosa, y exijo mucho.

La visión es muy importante, se debe de ser exigente...

Sí. Todo es fundamental. La vista, la respiración, el oído, el hablar, todo, todo es necesario. La cuestión del corazón, de los pulmones, Dios no ha hecho nada que no valga nada, y por lo menos los que tenemos un poquito de fe pensamos que no hay nada que sobre. Todo hace falta. Yo desde que me operaron que cuido mis ojos a diario.

¿Cómo los cuidas?

Me lavo los ojos con suero fisiológico cada día por la mañana y por la noche, y luego me pongo las gotitas para los ojos secos… Eso lo hago cada día desde hace un montón de años.  A decir verdad, creo que solamente no lo he hecho un par de veces en todo este tiempo. Yo creo que si quieres una cosa, para conseguirla, hay que ser constante. Hay personas que dicen, bueno, me pongo una gota, se la ponen cinco días y el sexto ya se les ha olvidado. Y luego, ¡ay, no me fue bien! ¡Ay, si no me atendieron bien! Tú eres la persona que tienes que cuidar. Aunque vayas con un equipo de médicos muy buenos, si tú no haces lo que hay que hacer no vas a ir a ningún sitio.

Después de tantos años, ¿qué destacarías de tu recorrido por VERTE?

La amabilidad de los doctores y mucha facilidad en la consulta, muy bien. El personal es encantador, tanto los de la entrada como los doctores, me encantan todos. Y le estoy muy agradecida a la Dra. Susana Duch. Le tengo mucha estima.

Una historia que nos da lecciones de vida

La historia de Juana demuestra que cuando paciente y médico caminan juntos durante años, los resultados se mantienen: su visión apenas ha cambiado, no lleva gafas y mantiene una calidad de vida que inspira. Gracias, Juana, por recordarnos que cuidarse cada día sí marca la diferencia.

¿Cuánto hace de tu última revisión?

Si tú también quieres mirar por tus ojos, pide tu cita y no dejes pasar más tiempo. En VERTE estamos aquí para acompañarte hoy, mañana y siempre.

Llámanos al 934 155 637 o envíanos un WhatsApp AQUÍ para pedir cita con nuestros especialistas.

Cuidar tu visión hoy es cuidar tu visión futura.

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